AUTOBIOGRAFÍA
FRANK
REINALDO DUQUE FARRERAS
Nací un treinta de mayo de
1974, en el Hospital de CVG-VENORCA, aldea El Perú, en El Callao Edo Bolívar.
Mis Padres fueron Juan José Duque, Dentista y Minero y Edilia del Carmen
Farreras, oficinista y ama de casa; soy
el menor de ocho hermanos. Mi infancia transcurrió en parte feliz entre mi
familia y amigos, con los juegos típicos, el río, el campo y la tranquilidad de un pueblo sano
y apacible.
Pronto la felicidad se vio
opacada por la muerte de mi padre, cuando yo tenía 4 años de edad; luego cuando
arribé a los 9 años de edad, murió mi madre. Fue así como emigré a la ciudad de
Mérida, bajo la tutela de mi hermana mayor, quien para la fecha era maestra
normalista y estudiante de matemáticas en la Universidad de Los Andes, junto a
otras dos hermanas, estudiantes de Bionálisis y Administración de Empresas
respectivamente; esa etapa de mi vida fue muy triste, porque de repente, quede
sin padres, desarraigado y lejos de mi casa y mis amigos; sin embargo, a falta de una madre la vida me regalo tres,
que me llenaron de amor y atenciones en medio de tanta adversidad. Mi hermana
mayor con el tiempo se casó con un merideño y en la familia de mi cuñado,
encontré mucho del amor y el calor que habían quedado lejos.
Cursé estudios de primaria
en la Escuela Estadal Graduada Srta. Teresa Manrique, allí fui patrullero
escolar y miembro fundador de su Banda de Guerra, también adquirí a varias de mis mas queridas amistades; cursé la Básica en el Liceo
Tulio Febres Cordero, allí presidí el Centro de Ciencias Dr. Pedro Durant y
Diversificada en el Liceo Libertador, también practiqué el Judo, allí tuve la experiencia de competir y
compartir como parte de la selección del estado. Durante mi estancia en el
Centro de Ciencias, tuve mi primer desagradable contacto con la injusticia y la
corrupción, al ser plagiado mi trabajo, para que otro alumno lo presentara en
la convención nacional de centros de ciencia y tecnología, avalado esto por su
padre, a la sazón docente y autoridad en la materia.
A la edad de 13 años comencé la militancia en
la Unión de Jóvenes Revolucionarios, a
los 14 conocí a mi actual esposa y a los 15 años nos hicimos novios, en ese
momento también me hice Vicepresidente
del Centro de Estudiantes del Liceo Tulio Febres Cordero; a los 16 años fundé el Movimiento Estudiantil
27 de Febrero y me hice Presidente del Centro de Estudiantes del Liceo
Libertador, también fundé junto a otros compañeros la Coordinadora Regional de Educación Media, la cual agrupaba 27 Centros de Estudiantes y que tuve el honor de presidir, por la voluntad de mis compañeros; en ese tiempo forjé muchas y muy queridas amistades que aún perduran.
En el año de 1992, fui
enviado por mi familia nuevamente a El Callao por razones de seguridad, debido
a las circunstancias que se estaban
viviendo en el país. En 1993 me presente voluntariamente al servicio
militar, el cual cumplí en el 511 Batallón de Infantería de Selva Gran Mariscal
de Ayacucho Antonio José de Sucre, acantonado en el Fuerte Yocoima, de la
localidad de Guasipati, Edo Bolívar. El servicio militar fue una de las
experiencias más transformadoras de mi
vida, allí aprendí el valor de la disciplina, el orden, la organización y la
lealtad, allí se reafirmó el amor por mi familia. Aprendí sobre las artes
militares, me formé como Infante de Selva, serví en la frontera con Guyana y
Brasil y tuve mi primer contacto con la administración, al servir como furriel,
en la sección de administración y logística, de la plana mayor de mi batallón.
En el año de 1994 fui
seleccionado para ingresar a la Academia Militar de Venezuela, donde me formé
hasta el año de 1997, allí tuve la experiencia de hacerme Paracaidista, una de
las más hermosas de mi vida, pues me permitió sentir la grandeza de los cielos
y la tierra y afianzó en mi la creencia de que Dios existe. Ese mismo año
ingresé a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Los
Andes, me reencontré con viejos amigos de la secundaria y fundamos en Faces el
movimiento estudiantil Utopía 78, el cual tiene ya 22 años de existencia activa
en la universidad y 17 en Faces, activé
como líder estudiantil durante casi toda mi permanencia en la universidad, de
donde egresé como Licdo. En Contaduría Pública.
En el año de 1998 me hice
militante del MVR, participé activamente de los acontecimientos políticos y
sociales de esa época; ya en el año 2000
comencé otra etapa como servidor público, a la fecha he tenido experiencias en
todos los niveles de la administración pública, desde el parroquial hasta el
nacional y aún sigo firme en las actividades de gobierno y de militancia.
La vida me ha premiado con
la más grande de las bendiciones, una linda familia, conformada por mi esposa
Isabel y mis tres hijos: Juan Andrés,
Camilo José y Sebastián
Francisco, ellos me trajeron alegrías, también sobresaltos y le han dado
mucho más sentido a la existencia. Creo que con ellos, conocí el amor verdadero, el amor bíblico,
ese que todo lo puede, todo lo perdona y todo lo espera. Aún así, de vez en
cuando, siento nostalgia por mi tierra y mis familiares que quedaron lejos.
En esta etapa de mi vida, ya
me estoy preparando para el retiro de la vida pública, me encuentro adelantando
un proyecto propio de emprendimiento y esa es la razón fundamental, por la que
he ingresado en la Maestría en Gerencia Empresarial, debido a que es necesaria
la apropiación del conocimiento, ante un escenario en parte nuevo para mí.
Mirando en retrospectiva, me
siento agradecido por la vida que he tenido, a pesar de la tristeza que aún me
acompaña por la pérdida de mis padres, y
le pido a Dios que en lo que resta de ella me cubra de muchas más bendiciones y
aventuras.
GRACIAS.
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