El taller dictado por el Dr. Angel Carruyo, realizado dentro
del marco de charla conversatorio, como actividad sinérgica dentro de la
asignatura de Desarrollo Gerencial y Liderazgo, fue descrita a mi modo de
concepción en tres partes fundamentales para entender, comprender y poner en práctica
desde un punto de vista metacognitivo , el proceso en la vida de nosotros los
seres humanos, de “Aprender a Vivir “ y
que esta condición por añadidura nos ayudara como seres humanos a
desenvolvernos con mayor armonía en “Equipos de Trabajo”, cuando se da el caso
de integrar organizaciones.
En la primera parte describió el órgano que nos da la
capacidad de controlar nuestras acciones y que a su vez nos proporciona la
capacidad de darnos cuenta de nosotros mismos y de la realidad que nos rodea,
es decir de la consciencia, y que este órgano que se ubica dentro de la bóveda
craneana de la cabeza, el Cerebro; es una “maquinaria “de muy compleja organización,
fundamentalmente porque actúa como director de orquesta de nuestro cuerpo. La
arquitectura del cerebro es exquisita y diversa, está dividido en dos mitades,
los hemisferios cerebrales, totalmente separados unos del otro pero comunicado
por un haz de terminaciones nerviosas (cuerpo calloso); su superficie es
irregular y esta surcada por hendiduras, que dividen a su vez a esta superficie en cuatro grandes partes,
simétricas para ambos hemisferios, que forman los lóbulos cerebrales; el lóbulo
frontal ( que comprende un 30% de toda la superficie cerebral), el temporal, el parietal y el occipital. Estos
lóbulos reciben el nombre del hueso craneal sobre el cual están ubicados. Otra
estructura importante ubicada debajo del cerebro y es mucho más pequeña es el cerebelo, cuya función esencial está
asociada a los automatismos. Otra estructura es el tronco cerebral, además de
otros centros como el Tálamo, Hipotálamo, la Amígdala entre otras formaciones.
De modo que el cerebro en realidad es una organización de muchos centros
neurales, donde cada uno de los cuales desempeña funciones especializadas, amén
de las complejas interconexiones entre ellas.
La superficie surcada por grandes hendiduras en el interior
del cerebro es la corteza cerebral, la cual constituye la parte pensante del
cerebro, es decir el asiento de las funciones cognitivas tales como el
razonamiento, la memoria y la percepción, funciones importante en el aspecto a
desarrollar en este análisis del taller. Otro centro neural cuya función
importa para este análisis, es el
Hipocampo, esta región es de significancia para la vida, ya que es
responsable de asentar la memoria de largo plazo o memoria permanente, además
de varios lugares de la corteza cerebral, tendrá especial interés a la hora de
realizar prácticas sencillas de memorización del pasado como herramienta de
autoayuda en resolución de problemas de orden psicológico del ser humano.
Toda esta estructura cerebral, nos da el soporte de procesar
información por medio de la Mente, que
es la capacidad de darnos cuenta, en primera instancia de nosotros mismos, de
nuestra esencia y existencia y del entorno donde operamos, y de toda la
experiencia en él. La capacidad de crear, a veces a partir de la nada, una
impronta que cambia nuestro mundo, la inteligencia, entendida como aquel
conjunto de facultades que nos permiten entender, entendernos y hacernos
entender, y la capacidad de Pensar, esto es de representar imágenes, imaginar,
comprender e interpretar, juzgar o recrear la realidad en la cual vivimos.
Por tal motivo el estudio del cerebro y sus funciones es
imprescindible para entender el funcionamiento de la mente, esta mente como
entidad insustancial que es viabilizada por una entidad material, es un caso en el cual lo material se supera a sí
mismo. Esta superación de si mismo puede a su vez repotenciarse como
resultado de la experiencia
significativa, lo que implica la reorganización interna del cerebro; que puede
cambiar por resultado del aprendizaje. Este cambio en la organización interna
del cerebro en función de la experiencia, se conoce como “plasticidad cerebral
o sinaptoplasticidad” (Pittaluga, 2013).
La importancia del estilo de vida, sanos hábitos de
alimentación y sueño, ejercitación
física y mental sistemática, y un estado de ánimo signado por el bienestar,
todo ello como ejercicio pleno de la propia disciplina y de la voluntad,
terminara por influir positivamente en la fisiología del propio organismo,
incluyendo el cerebro y en la respuesta inmunología necesaria para la buena
salud. Es decir que el estado mental visto como “actitud para la vida”
terminara por modificar positivamente el estado físico, por ello la salud puede
ser vista como la capacidad del propio organismo de regular su propia
fisiología, por medio de este sistema de Cerebro y Mente.
El doctor Carruyo, abarca la naturaleza del ser humano, realizándose una pregunta ontológica de corte
Aristotélico, de que realmente somos como ser humano? Que papel jugamos en este mundo? . Donde se
responde apoyándose en una cita del místico cristiano Pierre Teilhard de
Chardin: “No somos seres humanos
atravesando una experiencia espiritual;
somos seres espirituales viviendo una experiencia humana”. Ya la ciencia sobre la física cuántica,
explica de manera científica como el campo quántico conforma nuestro universo,
este campo es un TODO inclusive nosotros somos
parte de él. Todo significa que los seres humanos somos un conjunto de
átomos, moléculas y partículas, tanto atómicas como subatómicas por lo tanto no
somos sólidos como solemos pensar. Al ser parte de este campo cuántico que
funciona a base de energía y de electromagnetismo, nosotros somos una masa
ambulante de energía, funcionamos gracias a ella.
Esta ciencia ha hecho posible respaldar todas estas teorías
de que “Nuestros pensamientos crean nuestro mundo”, ya que describe con
precisión matemática como se comportan las partículas que conforman nuestra
realidad física. Por eso desde el punto de vista espiritual, nosotros pensamos
que nuestros pensamientos afectan la realidad y por lo tanto nuestra vida
entera.
Describe también el Dr. Carruyo a través de la modificación
y adaptación de la rueda de Sansara, que deriva del sanscrito sansarí que significa, “fluir juntos”,
“pasar a través de diferentes estados” para explicar el ciclo de nacimientos,
muertes y renacimientos de la mayoría de las tradiciones filosóficas de la
India, adapta esta y la nombra “Fluidez
de la Vida” como el ser humano por medio del pensamiento sistémico de la
meditación, puede lograr la motivación personal de autorrealización y por medio
de la perseverancia lograr cambios significativos en la condición de vida de la
persona, lograr el bienestar por medio de la evolución y aprendizaje, debido
esta al poder del pensamiento en forma de meditación, por eso recomienda aunque sea diez minutos al
día para pensar en un objetivo de vida, ya sea como profesionales, en el ámbito
familiar que coadyuve a la armonía conyugal de pareja, en la integración de
equipos de trabajo en las organizaciones, como padres, y mentores de motivación
y ayuda a las demás personas y a nosotros mismos, para que nos sintamos
realizados como seres humanos espirituales que somos.
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